Orígenes antiguos del cuidado estético canino

El cuidado del pelaje y la apariencia de los perros tiene raíces muy antiguas. En civilizaciones como el Antiguo Egipto, la Roma clásica y la Grecia antigua, los perros no solo cumplían funciones de caza o protección, sino que también acompañaban a nobles y personas de alto estatus. Por ello, se les bañaba, perfumaba y en ocasiones se les recortaba el pelo con fines tanto prácticos como estéticos.

Razones prácticas del corte y mantenimiento del pelaje:

• Mayor movilidad en la caza y la guerra (como los mastines o sabuesos) requerían libertad de movimiento. Un pelaje excesivamente largo podía reducir su agilidad o engancharse en arbustos y ramas durante las persecuciones.
• El corte del pelo facilitaba la detección y prevención de pulgas, garrapatas y piojos, especialmente en ambientes rurales o cálidos donde estos parásitos eran frecuentes.
• En regiones como el Antiguo Egipto, acortar el pelaje ayudaba a disminuir el mal olor y mantener más limpio al animal, algo importante considerando la cercanía entre humanos y perros.
• Prevención de golpes de calor, pues el pelo muy largo retiene calor. En zonas de altas temperaturas era habitual recortarlo para evitar sobrecalentamientos, irritaciones o infecciones cutáneas..

Primeras referencias históricas

Escritos antiguos y esculturas evidencian que las primeras prácticas semejantes a una peluquería canina existieron muchos siglos antes de Cristo.

Los perros pastores fueron probablemente los primeros en recibir cuidados regulares debido a su abundante pelaje, necesario para protegerse del frío. Durante la época de esquila de las ovejas, también se recortaba el pelo de estos perros, tanto por razones prácticas como rituales o culturales.

A finales del siglo XIX, en París surgio la primera peluqueria canina, semejante a lo que conocemos hoy. 

No era un local abierto al público, los peluqueros  caninos se dezplazaban a las mansiones de la aristocracia francesa  para lavar, peinar y recortar el pelo de los perros de compañia.

El servicio estaba intimamente ligado al estatus social y al refinamiento caracteristico de la elite parisima.

Ya en 1871 hasta 1914 se dio la “Belle époque”; era común encontrar peluqueros caninos trabajando a la orilla del río Sena.

Se instalaban frente a una caja de madera donde transportaban sus herramientas, atendiendo tanto a los perros que  llevaban a sus dueñoscomo a los animales que acababan de bañarse en el río